JUEGOS
PROHIBIDOS
Giré visita en coche a Salamanca
y estaba la ciudad en
mascarilla.
(Nada tan doloroso como
el gesto
de querer dar abrazos a
tu hijo
y tener que aguardar a que
el momento
se muestre para todos más
propicio).
Se abrieron los espacios,
se cerraron
las risas y las formas de
los cuerpos.
Todo provisional, todo a
la espera
de que vuelva la paz de
la costumbre.
El río estaba quieto, los
jardines
apuntaban sus flores
hacia junio,
el sol lucía sus rayos,
despistado,
jugando con la brisa al
desconcierto.
Me volví hacia mi casa
meditando,
sin saber descifrar a qué
partida
jugamos, asustados, tanto
tiempo.
1 comentario:
A una partida temporal, y pídele al tiempo que nos de espacio para que se cumplan los abrazos.
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