DIOTIMA
ENSEÑA A SÓCRATES EL CAMINO DE LA FELICIDAD
Enséñame el secreto, le rogaste,
de la felicidad.
Ella, midiendo mucho sus palabras,
así te contestó:
Tal bien es imposible si se anhela
más de lo que se puede conseguir;
búscala en el camino de ti mismo,
dando valor a todo lo que tienes
y jugando a dejar de desear.
Acaso fue Diotima, la extranjera,
quien se lo enseñó a Sócrates,
o acaso fue al revés, que poco importa.
Hoy te lo enseña a ti, puesto que quieres
buscarla tú también.
La vida es un vaivén y es un camino
sin meta definida.
Mañana es el futuro y Dios dirá.
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