sábado, 1 de marzo de 2014

¿NO TE HAS ENTERADO DE LO DE ORIGUZ?


Primer día de marzo. Sábado de carnaval. Sigue lloviendo. La tarde se presta a quedarse en casa y Platero se ha escapado también conmigo del corro y “del concierto altivo de metal amarillo, de rebuznos, de risas, de coplas, de panderetas y de almireces… (…) Como yo, no quiere nada con los Carnavales… No servimos para estas cosas…”
¿Y qué hacemos en casa? Primero recordar el campo y la mañana, mi mañana en él, mojándome entre los robles de la Dehesa de Candelario o bajo la fina capa de lluvia que hería el paisaje dulcemente, o sintiéndome contento bajo el tejado del aula de la naturaleza en medio del bosque, o escuchando aún el eco de mis pasos en el camino del canal de la presa o el rumor altivo del agua en el río, aún cerca de la nieve y con prisas para llegar a lo hondo del valle…
Después dejarse inundar por las noticias que dejan los medios visuales. Y ahí descubrir el acontecimiento del siglo, el big bang de todos los misterios, la explosión del más encendido cráter, la aparición de lo más extraordinario jamás concebido. Son los Oscar, claro, la invención de las invenciones y la gloria de las glorias.
¿No sabías que la alfombra roja se ha mojado y ha habido que cambiarla por otra más reluciente para que no se manchen las estrellas cuando pongan sus espectaculares pies sobre ella? Es noticia de última hora y el mundo entero anda conmocionado por ello. Parece que la retirada llora por no alcanzar el gozo de soportar gustosamente las motas de polvo de las celebridades que por ella iban a pasar como dioses del Olimpo.
¿Que no te has enterado de la comida que tienen preparada para todos los participantes? ¿Pero cómo puedes ser tan ignorante? La preparación lleva ya no sé cuántas semanas y ha ocupado a tropecientos cocineros. Algunos son españoles y han engordado una media de diez kilos por la satisfacción que tan encargo les ha producido. Si quieres detalles, te informan hasta de los dientes que tiene cada tenedor: es algo nunca visto, un avance fantástico para la humanidad entera.
Ah, pero ¿no sabías cuáles son los modistos (porque has de saber que son sobre todo modistos) que han preparado los trajes que se van a lucir? Pue andas a la luna de Valencia y no sabes  de la misa la media. A ver si te vas poniendo al día.
¿Tampoco te has enterado de cuál es el color que más se ha de llevar en la gala? Mira, chico, que no te enteras de nada y así no puedes ir a ningún sitio. Abre cualquier página, enciende cualquier televisor y lo sabrás. A descubrirlo se ha dedicado una legión de periodistas, pero, tras arduos trabajos e investigaciones, lo han conseguido: el mundo respira más tranquilo ahora.
Supongo que, al menos, estarás al cabo de la calle de cuáles son las principales fiestas que se van a celebrar tras la gala. ¿O acaso ni de esto estás informado?
¿Y tampoco de los miles de botellas de los mejores vinos y licores que se van a descorchar? ¿Pero tú de qué vas, colega? No estás al día.
Lo mismo tampoco sabes cuál será el sarao en el que más droga se va a consumir y más gente cumplirá el mandamiento del más deseado y la más deseada. Pues mira, me dejas de piedra y no esperaba tanta ignorancia en ti. Esto no lo puede desconocer alguien que se considere escudriñador de los altos misterios artísticos de Jurigud. Hasta ahí podíamos llegar. Me dan ganas de llamarte analfabeto.
Al menos espero que tengas ya bien fichados a los que van a presentar la gala y que conocerás todos los detalles de su vida: su número de calzado, su peinado preferido, su largura y anchura de escote, la fecha de su primera película, el mes en el que faltaron un par de días al colegio, los caprichos a los que están acostumbrados, las veces que se han casado y se han divorciado (esto es de lo más importante, por supuesto)…; en fin todo ese ramillete de virtudes que adorna a casi todos estos guías morales y éticos de la humanidad, a estos sabios que tanto se esfuerzan y que tanto nos enseñan con sus ejemplos fantásticos de solidaridad y de lucha social. Aunque, no sé, porque te veo poner una cara muy rara.
Bueno, es verdad que también hay una entrega de premios y que tal vez existan detrás algunos trabajos cinematográficos que plasmen algunas muestras artísticas y algunas escalas de valores de muy dudoso gusto. Pero esto, ya sabes, no importa y hay que admitirlo porque no queda otra y algún pretexto hay que invocar para lo que realmente interesa en Origud, ese lugar de los Astados Unidos.
No me falles mañana, que te ponen falta. Y toma buena nota de todo esto que te he dicho. Es lo que realmente interesa y lo que se difunde por el orbe para ser seguido después con cabeza inclinada y conciencia rebañiega por todas las latitudes.

A mí me ha dado -ya ves lo que son las cosas y qué anticuado ando- por ver un documental titulado “Las maestras de la República” Es que hay gente pa to. De él te hablaré otro día, si me lo permites. 

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Qué ácido y sarcástico te veo!...bien,bien... veo que a ti no te venden ninguna película.