APUNTES DE DIARIO
1.- Entre una parte del día de ayer y otra
del de hoy, he tenido la oportunidad de leer un libro que me regaló Pedro
Ojeda; en él se recogen muy breves textos en los que personas muy diversas
hacen memoria de la primera vez que conocieron a Delibes. Así conocí a Delibes se titula. Contiene en sus páginas el alcance
emocional y de recuerdo al escritor vallisoletano de cuyo nacimiento se cumplen
cien años. No hay más valor que ese, pero tampoco menos. De bien nacidos es ser
agradecidos y el autor de Las ratas, El
camino, Los santos inocentes o El hereje es merecedor de cualquier
homenaje. Pienso en lo cicateros que somos en algunos casos y en lo generosos
que nos convertimos en otros.
2.- Presentamos ayer, al alimón, que es
como más me gusta hacer las presentaciones de libros, el último poemario de Luis
Felipe Comendador. Diluviaba, tronaba y relampagueaba en la oscura tarde-noche
bejarana. El Obrero nos acogió. Entornamos las ventanas para airear el salón:
la pandemia nos encoge a todos. Es la primera vez que grabo algo así para colgarlo
en las redes sociales, en You Tube. Pienso en la extrañeza que produce la falta
de público y en la ventaja de que la grabación queda en el aire para siempre y
no se agota como sucede en las presentaciones presenciales. Ya escribí una
reseña para la revista del CEB. A ambas fuentes remito.
3.- He pasado varias horas mirando la
pantalla de la caja tonta. Esta vez había razón. Era la vuelta ciclista a España,
pero, sobre todo, eran los paisajes de estas zonas en las que he pasado mi
vida. Las sierras de Francia y de Béjar son mis sierras, sus paisajes son mis
paisajes, y sus paisanajes también son los míos. Qué hermosura de naturaleza la
de todos estos lugares: los de Valero, los de la Batuecas, los del Alagón y el Quilama,
los de las sierras de Francia y de Béjar. Sé que no es posible cambiar las
fechas de esta ronda ciclista, pero qué hermoso sería verla siempre en los
paisajes del otoño. Lo de la victoria y las clasificaciones me cae ya más a
trasmano.
4.- Con este atracón de paisaje, se me ha
ido el día y ya llega la noche. A pesar de todas las precauciones que son
necesarias, necesito salir mañana a estos paisajes, pues soy parte de ellos y
ellos son parte de mí.
2 comentarios:
No dejes de hacerlo.
No hay mejor homenaje para un autor que leerlo. Este libro pone de manifiesto que la memoria de Delibes sigue viva. Hay esperanza para sus libros, algunos de los cuales pasará el filtro de los años.
Sal mañana por todos los que no estamos allí, Antonio.
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