Acudo
feliz al bautizo de mi nieto Rubén. Esta vez no se me ha pedido el padrinazgo.
Pero yo me salto la ley a la torera y me asigno tal empleo. Del bautizo civil,
se entiende.
He
repasado las palabras que le dediqué a Sara hace ya más de cinco años. No las
quiero cambiar. Repito el mismo compromiso, con el ánimo, si no de cumplirlo,
sí al menos de intentarlo.
Por eso,
MI BAUTISMO PARA RUBÉN
Mi verdadera promesa, aquella a la que me comprometo, como intención personal y libre es la que le he dejado escrita en un papel para que la conserve y me la reclame cuando le parezca oportuno. Sé que es un poco solemne, pero la ocasión lo merece. Es esta:
EN EL BAUTIZO DE RUBÉN
En este día de noviembre, día 1, 2014, en Béjar, sin ser solicitado por nadie, consciente de la solemnidad del momento y de la obligación que adquiero y atendiendo solo a mis propias intenciones
Quiero proclamar públicamente mi voluntad, como abuelo de Rubén, de ayudarlo y educarlo, en lo que de mí dependa, en los valores cívicos y sociales que mejor correspondan a su desarrollo como persona. En tal sentido, me comprometo públicamente a ayudarlo
Para que sea una persona independiente, crítica, justa y solidaria,
Para que base su actuación vital en la razón, en el sentido común y en la buena voluntad,
Para que acierte a definirse como un ser que solo adquiere su plenitud si comparte sus posibilidades con los demás,
Para que siempre entienda que su mejor cualidad es precisamente la de ser persona y que ninguna otra cualidad adquirida puede ser superior,
Para que respete a los demás y sea tolerante con las personas,
Para que defienda sus convicciones sin complejos pero con educación,
Para que pase por la vida siendo, sobre todo, una persona buena.
A todo ello me comprometo, aunque desde mis escasas fuerzas, y por ello os invito a que os suméis a ese mismo esfuerzo y a que compartáis conmigo un brindis.
POR RUBÉN SIEMPRE.
Antonio Gutiérrez Turrión
Estas son mis intenciones. Ojalá que las realidades no estén demasiado alejadas.
2 comentarios:
Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:
¡¡¡¡¡Felicidades¡¡¡¡¡
Bienvenido Rubén a este mundo.
Niño privilegiado, que nace siendo muy querido. Y de entrada, recibe en legado escrito: el testimonio de la conciencia del abuelo, y padrino.
Un beso para la hermanita Sara.
Y el brindis.
Abrazos.
Gracias.
Antonio
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