jueves, 14 de noviembre de 2013

ES TIEMPO DE MAREAS

(Se cumplen diez años del hundimiento del Prestige y Madrid está inundada de basura, 
sobre todo en los corazones de muchos dirigentes sociales y políticos)
ES TIEMPO DE MAREAS
Es tiempo de marea en las ciudades
y tiempo de basuras en las calles:
excrecencias del mal que nos habita
y que vive en las mentes y en las leyes.

 El mar guarda en su seno la ponzoña
que enterramos huyendo de las olas,
pero a veces se enfada y nos recuerda
la mierda en el vaivén de las mareas:
rugen las aguas, se alborota el viento
y nadie duerme a gusto por las playas.

En las ciudades sube la marea
y se viste de blanco muchas tardes,
otras cambia de traje y se convierte en verde,
o se cubre de rojo reluciente.
A veces se confunden todas ellas
y forman oleaje y mar de fondo,
caminan hacia el mar de la conciencia
de tantos capitanes y almirantes
que dicen gobernar mejor los barcos
en tiempos de zozobra y de tormenta.

Las olas han traído hasta las calles
-playas de toda España-
la pobreza, la mierda, la injusticia,
el negro chapapote
y el olor a podrido en todas partes.

Hay playas exquisitas, sin embargo,
y setos replantados en urbanizaciones
que impiden que el olor y las mareas
depositen los restos en su orilla.

Pero hay mareas altas que devuelven
el recuerdo escondido a la memoria
y de nuevo vomitan
en las calles y playas las basuras,
como voz y redoble de conciencia.
Entonces el olor se torna enfado,
enojo, rebelión, cólera, grito.

Pleamar, bajamar, esa basura

que inunda el corazón en cada esquina.

1 comentario:

henarma dijo...

Con todo respeto ÇD. Antonio, ¿y que haría usted para solucionarlo?