Hoy el campo se acota y
se amojona, tiene sus límites marcados en la creación artística, y
específicamente en la literaria. Es como si nos concediéramos un día de
licencia y de alejamiento del dichosito bicho. Anda y que le den.
Volvemos a Pessoa y a
alguna de sus píldoras:
1.- “La fuerza de un
nombre conocido no quiere decir que el crítico piense que un poema es bueno o
malo en función de un nombre conocido. Pero prestará cuidadosa atención,
palabra por palabra, y frase a frase, al poema de un poeta reputado; no hará
nada de todo eso por un absoluto desconocido”. (dact. 12)
2.- “El genio no es
apreciado en su época porque se opone a ella. (…) Cada época es el resultado de
la crítica de la precedente y de los principios que subyacían en su manera de
vivir”. (dact. 15)
3.- “Para escribir buena
prosa un hombre debe ser poeta porque hay que ser poeta para escribir bien”.
((dact. 17)
4.- “Cuanto más noble sea
el genio, menos noble será el destino. Un geniecillo alcanza la fama, un gran
genio consigue el desprecio, un genio aún mayor llega a la desesperación; un
dios es sacrificado”. (dact. 18)
5.- “El hombre de genio
está seguro de tener público, pero no está seguro de encontrarlo”. (dact. 19)
6.- “El mejor poema de
amor se escribe sobre una mujer abstracta”. (dact. 29)
7.- “El arte es la
intelectualización de la sensación (sentimiento) a través de la expresión”.
(dact.30)
8.- “La literatura es la
más intelectual de las artes”. (dact. 30)
9.- “Ni siquiera
admiramos la belleza, solo admiramos su traducción. Todas las calles tienen
varias chicas no menos bellas que las de las películas”. (dact. 36)
10.- “Es más difícil
afirmar lo que sobrevivirá por ser representativo de una (época) que lo que
sobrevivirá por ser perfecto”. (dact. 45)
11.- “Toda vida es
adaptación al medio y toda muerte inadaptación a este”. (dact. 39)
12.- “Un intelecto
griego: incluso si suponemos que un intelecto griego no significa un intelecto
eterno, la disciplina de pensamiento griega es todavía la base científica de
todo arte”. (dact. 46)
Hala, como una docena de
huevos camperos para hacer una buena tortilla. Repito que no estoy en todo de
acuerdo con Pessoa (han pasado cien años y ha llovido mucho desde entonces),
pero ahí está, lanzando dardos al aire y sentencias encima de la mesa. Por si
acaso alguien quiere recogerlas y ponerse a darles una vuelta.
Mientras tanto, el
coronavirus de las narices sigue acechando, pero, al menos por un rato, está
detrás de la puerta y en otra habitación. Ánimo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario