TAMBIÉN
EN EL ESPACIO SOMOS ECO
(Para
un día de confinamiento o cuarentena)
De pronto descubrimos el
espacio,
el primer a priori junto
al valor del tiempo.
Somos espacio y tiempo,
solo eso.
Hoy vivimos a un metro de
distancia
y exigimos que nadie nos
invada.
Las caricias, los besos,
los abrazos
se han vuelto más
furtivos de repente;
se inclinan las miradas y
el saludo
se ofrece con un tono
tembloroso.
Desde esta tarde gris de
mi terraza,
contemplo soledad en las
aceras
y un sonoro silencio por
las calles.
Pareciera que el mundo se
ha dormido
en los brazos del tiempo
y del espacio.
Pero observo también que
la naturaleza
sigue su vestimenta: en
las laderas
hay ramas con color de
días de fiesta,
hay prunos y cerezos y
violetas,
hay prímulas, llorones y
mimosas,
y mirlos y palomas y cigüeñas…
Todo el campo despierta y
resucita
con himnos, epinicios y
alabanzas.
Somos tan solo eco
de ese misterio eterno
de las leyes que rigen
el tiempo y el espacio.
En piadosa oración ruego
y suplico
que la naturaleza se
apiade de nosotros,
pues somos parte de ella
y en su seno
vivimos y gozamos la conciencia
de que somos el tiempo y
el espacio.
1 comentario:
Reza a la naturaleza y lloremos y pidamos perdón por todo el daño que le infligimos.
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