miércoles, 4 de marzo de 2020

VARIACIONES



VARIACIONES

Todos fuimos del tiempo en el que habita
 la luz y el resplandor de la inocencia.

Pienso en mi propia infancia y me parece
que miro la de todos los que un día
tan solo fueron niños, esa etapa
que nadie sabe bien en qué consiste,
que es láudano, es edén y no pregunta
por qué ni para qué: es y eso basta.
El encanto de ser tan solo aquello
que estaba destinado a ser nosotros,
sin causas ni tampoco consecuencias.

Allí las carboneras en el monte,
los zancos y los aros por las calles,
las latas con carbón haciendo ascuas
para entrar al refugio de la escuela,
los ríos, los ancianos, los maestros…
Los días en que amábamos la vida
como un día de fiesta inagotable.  

El tiempo puso coto a todo aquello
con soles y tormentas que dejaron
un rastro indefinido de naufragio
y el trabajo tenaz de la conciencia.

Ya lo dijo el poeta:
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde.

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